UN ADIOS A CESARÍA EVORA

Corría la primavera del año 1999 cuando bajaba  por la Avenida libertade  cuando me fijé en una  impresionante tienda Virgin que había abierto en unos de los edificios modernistas  de una Lisboa que estaba redescubriendo. Esas nuevas tienda de música que la multinacional estaba abriendo aun no había llegado a España. Fue un amor a primera vista o mejor al primer oído pues estaba de banda sonora cuando cruce la puerta. El disco era “Café Atlántico” ,para todo hay una primera vez, y encontrar la morna y a Cesaría fue descubrir una música que siempre había anhelado.

Que un sistema isleño como Cabo Verde , pegado a África, produzca una música como la morna siempre me parecerá un misterio. Quizás como en Cuba y sus músicas tenga algo que ver estar totalmente lamida por el mar. La morna es sensualidad, una música de jueves por la tarde, disfrutable para el oído y el baile y Cesaría era su profeta.

Pero además Cesaría era una voz, una voz de nana, una voz que quieres escuchar cuando cierras los ojos.  Su versión de “bésame mucho” es la mejor cantara en portugués, español o francés. Trabajadora incansable hasta hace poco  seguía con sus giras mundiales siempre quise verla en directo pero el destino no nos unía. Una vez que coincidí con ella en Sevilla la actuación se anuló porque se había roto el telón también recuerdo una llamada desde el Japón donde una antigua novia la hizo de intérprete y me consiguió un autógrafo ,que al final por diversos motivos nunca llego, pero pienso en sus palabras “ es una mujer cansada, muy cansada” y eso fue lo que pensé cuando por fin la vi hace apenas 2 años en el Teatro Cervantes de Málaga. Una mujer cansada con una voz divina pero que seguiría de pie y descalza hasta que se fuera.

Querida Cesaría buen viaje. El día 17 de Diciembre del 2011 ha fallecido con 70 años en su país natal.

Entrevista a Cesária Évora – Mamá África – Radio Exterior 2003

Cafe Atlántico Año: 1999

El sufrimiento, el deseo de libertad, los problemas de la emigración y, sobre todo, la saudade (la nostalgia) son los elementos que Cesaria Evora recoge para lanzar al mundo su música. El boom de la música del mundo fue entre los años 82-92. Por desgracia, debido a una serie de discos mediocres, decayó el gusto del público hacia estos sones. Por suerte para los amantes del genero, aún quedan artistas que nos acercan a la elegancia y nos permiten paladear la dulce melancolía del folklore de su país. Este es el caso de la cantante de Cabo Verde, Cesaria Evora. Con Café Atlántico Cesaria por fin recibe el prestigio merecido por parte de críticos y público. El disco fusiona el fado portugués con el son cubano, la samba brasileña, indagando tanto en las raíces de los ritmos y sonidos como innovando con nuevas melodías. La esclavitud y el colonialismo -«por el que», declara, «mi pueblo ha sufrido muchísimo»- son dos elementos que han ayudado a que Cesaria Evora elabore su propio estilo musical. La morna, una especie de blues atlántico con una raíz similar, es la gran aportación de esta artista a la historia de la música popular. Una recuperación de ritmos que se hicieron populares en su país en los años 50. Para la grabación de Café Atlántico ha contado con la colaboración de músicos cubanos y españoles, además de caboverdianos, aportaciones que ella reconoce con orgullo, pero que, según afirma, no se notan demasiado en este disco. La coladera es el estilo que tiene más que ver con ese sentido lúdico de la vida. Y es que aunque en Café Atlántico hay un fuerte sentido reivindicativo y la política juega un papel esencial, los asuntos se abordan desde una perspectiva sentimental. Sus letras se refieren más bien a los sentimientos que produce la falta de libertad o a los problemas derivados de la emigración, que siempre es obligada. Nostalgia, rabia, añoranza de detalles concretos que son comunes para todos los emigrantes, sean de la nacionalidad que sean. La saudade que invade a esta cantante cada vez que abandona su país tiene mucho que ver con el tema central de Café Atlántico que, en el fondo es una excusa para hablar de su pueblo natal: Mindelo, un cruce de caminos al que Cesaria dedica este nuevo trabajo. Y es que este café es una especie de metáfora de lo que en su día fue Cabo Verde, una parada imprescindible para los barcos que viajaban de Europa y África hacia América, donde se combinaban las culturas de los tres continentes. Un disco que baila en el corazón y que apacigua el alma.

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